Thursday, November 15, 2007

Momentos Me Encanta

Estuve hoy en McDonalds un restaurante de comida rapida, y tuve una, mejor dicho dos, experiencias inolvidables.



Experiencia #1:


Hace un tiempo, habia posteado un relato sobre una empresa y su consciencia social y amor a la fauna silvestre. Hoy estando en McDonalds el restaurante en cuestion, me di cuenta que aquella empresa no era la unica. Hay más y más empresas que se unen a esta noble causa de darle albergue a los animales y salvarlos de la invasion citadina.


Pues resulta que mientras yo estaba consumiendo feliz y alegremente aquella comida llena de colesterol y grasa que me encanta, de repente, diviso a una sombra gris pasar frente mis ojos, debajo de la mesa de frente, rapidamente hice un refresh a mis ojos, y traté de captar nuevamente la imagen, y efectivamente, aquella sombra gris era un inocente e inofensivo ratoncito. El animalito venia desde los lados de la cocina, y se iba en direccion al area de juegos. Se veia tan alegre, porque corria con tal velocidad que pareciera un niño que acaba de terminar sus tareas y tuvo permiso para jugar.


Mi sorpresa no termina ahi, ya que apenas pasó el ratoncito, vino otro detras de él y lo seguia con igual velocidad y alegria. No soy biologo por lo que no se si eran dos niñitos jugando policia y ladron o dos jovenes amantes persiguiendose, pero en todo caso, solo queda exclamar "La vie est belle".



Experiencia #2:


Desde que McDonalds implementó lo de bebida selfservice y refill infinito, muchos han hecho como yo, cuando terminaba de comer, llenaba nuevamente el vaso con bebida para tomarla en el camino. Pues hoy vi otra aplicación de este sistema selfservice.


La mesa donde me encontraba está en una posición estratégica. Con eso me refería a que desde aquella mesa, podía ver afuera desde el estacionamiento hasta adentro la caja, es decir, podía ver a cualquier chica que arribaba al lugar, desde el momento que entre al estacionamiento, ya sea que venia en carro o a pie, seguirla con mi mirada hasta que entre y llegue a la caja, y seguir viendola mientras ella pedia y esperaba su suculenta colesterol comida.


Mientras me deleitaba con la vista colesterol comida, de repente, llega al estacionamiento un Taxi, uno de los pocos que obedecieron a la alcadia y pintaron el taxi de amarillo. La maquinaria electomecanica en cuestion venia con tal prisa, que se parqueó travesado, ocupando literalmente tres (3) puestos, el conductor se bajó igual de prisa dejando todas las ventanas abiertas, y practicamente corria en direccion al restaurante. Mientras venía con toda su prisa, pude percatar que tenia en su mano un vaso de McDonalds, de tamaño grande.


El sujeto entró al restaurante, se dirigió directamente hacia la máquina de bebidas, echo hielo, llenó el vaso (grande) de bebida, tomó una tapa (nueva) y un carrizo (nuevo), y se alejó del lugar sin titubear.


Yo, atónito, sorprendido y vislumbrado por tal ejercicio, reaccioné segundos después de que el tipo terminara su acto. Fue ahi donde realmente comprendí la sabiduría envuelta en aquel osado procedimiento: si el tipo tuviese la delicadeza de cuidar el vaso y mantenerlo en buen estado, él tendría practicamente bebida gratis DE POR VIDA, o por lo menos mientras dure lo de selfservice, que ya lleva casi 10 años de implementado.


!Qué Inteligencia! !Qué Sabiduría! ¡Cuando sea grande quiero ser como él!